Errores admitidos

Una de las cosas que más me gusta de ser profesora son las discusiones de departamento. Sabéis a qué me refiero, ¿verdad? A alguien le surge una duda, pide opinión a los compañeros y al final se organiza un debate que ni el del estado de la nación en el que participa hasta el técnico de la máquina del café. ¡Y lo que se aprende!
Sin embargo tengo que reconocer  que alguna vez, en lugar de aclararme el problema me ha creado otro que no tenía y por eso hoy os planteo una de esas cuestiones surgidas en una charla de departamento y a la que nunca he encontrado solución: ya que estamos en Madrid ¿debemos permitir a nuestros alumnos que utilicen LE por LO para complemento directo de persona? Las posturas están encontradas en este tema.
Por un lado creo que, especialmente si viven en España, se van a encontrar con esto continuamente por lo que el enseñarles que existe y que se dice pero que es un error, les va a evitar futuras confusiones.
Además, el castellano, como todas las lenguas romances no deja de ser latín “mal hablado”. Si un idioma evoluciona es porque los errores terminan convirtiéndose en normas. No podemos concebir el lenguaje como algo inerte.
El bando contrario alega que el idioma evoluciona por el uso que de él hacen sus hablantes nativos, no los estudiantes del mismo y que un error es un error. Nuestro trabajo es enseñar el español más correcto posible, entonces si estos errores nos parecen correctos, deberíamos quitarles la etiqueta de error y llamarlas excepciones, o variaciones, y por supuesto deberíamos admitirlos en exámenes oficiales.
Otra excusa en defensa de los errores admitidos que odio es la de: “es que eso se dice” o “eso lo he oído”. Si yo os contara lo que se dice en mi barrio no creo ni que me entendierais. Somos profesores y estas respuestas (al nivel de la grandísima: ”a mí me suena bien/o mal”) no son admisibles, tenemos que tener un poco más de criterio y estar seguros de lo que les explicamos a nuestros alumnos y de las consecuencias.
Como veis hay argumentos muy válidos para apoyar ambas posturas y sinceramente yo no tengo una clara por lo que al final actúo de la manera más conservadora: a mis alumnos les enseño que existe, que se permite y que viviendo en Madrid lo van a escuchar con frecuencia, pero en clase no lo permito ya que la mayoría de ellos van a terminar presentándose a exámenes oficiales.
En fin, como he dicho antes, es un problema complicado. ¿Cómo lo enfrentáis vosotros? ¿Por qué?

2 comentarios en “Errores admitidos

  1. Sandra dijo:

    Sobre el CD yo solo explico la norma (se admite el masculino singular de persona).
    En los demás casos, cuando hay un error, es un error. Yo les digo que pueden oirlo pero que no lo usen.
    Ya puestos a hacer el esfuerzo de aprender y enseñar, hagámoslo bien.
    Es como si estudias medicina y directamente te enseñan atajos. ¿No es mejor que te lo enseñen bien y los atajos ya los aprenderás tú solo?

  2. Por mucho que nos empeñemos en que no usen una incorrección, si se encuentran en contacto con ella, la acabarán usando. No todos, es cierto, pero sí una parte.
    Por tanto, lo mejor es marcar la incorrección no normativa y señalar los usos, normativos o no, para dejar que ellos tomen sus decisiones, como lo hacen los nativos. Y si el contexto es el de un examen, tendremos que hacerles entender que hay contextos diferentes, como el de un examen, y que estos no aceptan los errores, pero sí las variaciones de uso que hacen determinados grupos importantes de hablantes de la lengua que enseñamos.
    En cualquier caso, no les demos todo hecho.

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